lunes, 22 de octubre de 2012

Temas de Exámen


Origen de la tragedia griega. Explicación en función de la etimología de la palabra “tragedia”. Teoría de Nietzsche: Lo Apolineo y lo Dionisiaco.

Estructura y elementos escénicos de la tragedia griega. Función del coro, corifeo y jefe de coro.

Análisis de Aristóteles: Conceptos de Catarsis (purga), Aporía (sin salida), Agón (lucha), anagnorisis (reconocimiento), peripecia (cambio de rumbo).

Concepto de Ironía Trágica. Concepto de Héroe Trágico.

Análisis de la obra “Antígona” de Sófocles:
Falta o error trágico de Edipo. Ejemplos en la obra.
Ironía trágica.
Función Agón con Antígona.  Ejemplos
Función Agón con Tiresias.  Ejemplos
Función Agón con Creonte. Ejemplos

Análisis de la obra “Otelo. El moro de Venecia” de William Shakespeare:
Características del teatro de William Shakespeare.
Personajes: Características de Otelo y ejemplos en la obra.
Características de Desdémona y el lugar de la mujer. Ejemplos en la obra.
Características de Yago. Ejemplos en la obra.
Función de los sentidos. Ejemplos: La prueba del pañuelo.
Concepto Vanguardias de occidente de principios del siglo XX. Concepto de Expresionismo y ejemplos.

Análisis de la obra “Muerte de un viajante” de Arthur Miller:
El movimiento expresionista en teatro.
Sueño (Objetivo) y fundamento ideológico del héroe. Ejemplos en la obra.
Personajes: Características de Biff (el hijo mayor) y ejemplos en la obra.
Características de Happy (el hijo menor) y ejemplos en la obra.
Características de Linda (la esposa) y ejemplos en la obra.
Función del personaje de Ben (el hermano)

Expresionismo e Intertextualidad






Expresionismo


Expresionismo

Antecedentes históricos
Aunque se conoce principalmente por expresionismo al movimiento artístico desarrollado en Alemania a principios del siglo XX, muchos historiadores y críticos de arte también emplean este término de forma más genérica, entendiéndolo como la deformación de la realidad para buscar una expresión más emocional y subjetiva de la naturaleza y del ser humano. De esta forma, el expresionismo es aplicable a diferentes autores a través de la geografía y la historia: El Bosco, Matthias Grünewald, Pieter Brueghel el Viejo, El Greco, Francisco de Goya, etc.
Sin embargo, en lo que al movimiento cultural surgido en Alemania a inicios del siglo XX se refiere, podemos considerar como caldo de cultivo para el nacimiento de esta visión estética a los siguientes elementos:
Durante la transición del siglo XIX al XX ocurrieron numerosos cambios políticos, sociales y culturales, entre ellos el auge político y económico de la burguesía, que pasaba por un momento de gran esplendor. Sin embargo, la agitación social y ciertos intentos revolucionarios obligaron a las clases políticas a hacer una serie de concesiones, como las reformas laborales, los seguros sociales y la enseñanza básica obligatoria, lo cual derivaría en un descenso del analfabetismo y un aumento de publicaciones impresas e interés en exposiciones y museos, surgiendo la “cultura de masas”.
Por otro lado, la aparición de la fotografía y el cine llevaba a replantearse el rol del arte como mero imitador de la realidad, y las nuevas teorías científicas llevaron a los artistas a cuestionarse la objetividad del mundo que percibimos: la teoría de la relatividad de Einstein, el psicoanálisis de Freud y la subjetividad del tiempo de Bergson.
Las raíces del expresionismo se encuentran en estilos como el simbolismo y el posimpresionismo,  especialmente de la obra de tres artistas: Paul Cézanne, que comenzó un proceso de desfragmentación de la realidad en formas geométricas que desembocó en el cubismo, colocando el color por capas, sin necesidad de líneas, trabajando con manchas, utilizando la superposición de tonos cálidos y fríos para dar sensación de profundidad. En segundo lugar Paul Gauguin, que aportó una nueva concepción entre el plano pictórico y la profundidad del cuadro, a través de colores planos y arbitrarios, con escenas situadas entre la realidad y un mundo onírico y mágico. Su obra remitía a un cierto primitivismo con influencia del arte oceánico, reflejando el mundo interior del artista en vez de imitar la realidad. Por último, Vincent Van Gogh elaboraba su obra según criterios de exaltación anímica, caracterizándose por la falta de perspectiva, la inestabilidad de los objetos y colores, que rozan la arbitrariedad, sin imitar la realidad, sino que provienen del interior del artista. Su estado de ánimo, depresivo y torturado, se refleja en obras de pinceladas sinuosas y colores violentos.
También se destaca la influencia de dos artistas que los expresionistas consideraron como precedentes inmediatos: el noruego Edvard Munch, influido en sus inicios por el impresionismo y el simbolismo, pronto derivó hacia un estilo personal que sería fiel reflejo de su interior obsesivo y torturado, con escenas de ambiente opresivo y enigmático, caracterizadas por la sinuosidad de la composición y un colorido fuerte y arbitrario. Su obra El grito (1893), paradigma de la soledad y la incomunicación,  fue uno de los principales referentes del expresionismo. Otro artista influyente fue el belga James Ensor, que recogió la gran tradición artística de su país con preferencia por temas populares, traduciéndolo en escenas enigmáticas, irreverentes y de carácter absurdo, centrado en figuras de vagabundos, borrachos, esqueletos, máscaras y escenas de carnaval. Así, La entrada de Cristo en Bruselas (1888) representa la Pasión de Jesús en medio de un desfile de carnaval, obra que causó un gran escándalo en su momento.
También tienen puntos de contacto con el neoimpresionismo y el fauvismo por su experimentación con el color. Además recibieron influencias del arte medieval, el cual ponía más énfasis en la expresión que en las formas, con los personajes más simbolizados que representados. Otro de los referentes del arte expresionista fue el arte primitivo, especialmente el de África y Oceanía, difundido desde finales del siglo XIX por los museos etnográficos.
El expresionismo surgió como reacción al impresionismo: los impresionistas plasmaban en el lienzo una “impresión”, un simple reflejo de los sentidos, los expresionistas pretendían reflejar su mundo interior, una “expresión” de sus propios sentimientos. También rechazaban al positivismo y a la idea de progreso infinito basado en la ciencia y la técnica; en cambio, en su obra se vislumbra el clima de pesimismo, de escepticismo, de descontento, de crítica, de pérdida de valores previo a la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y que continuó durante el período entre guerras (1918-1939).

Historia
El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: iniciando en la artes plásticas, continuó en literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía, arquitectura, etc. Su interés en reflejar el mundo interior del artista implicó una fuerte ruptura con el arte elaborado por la generación precedente, convirtiéndose junto con el "fauvismo" (también llamado "expresionismo francés") en los primeros exponentes de las llamadas “vanguardias históricas”.
El término “expresionismo” ya venía siendo utilizado por la intelectualidad desde finales del siglo XIX, pero fue principalmente difundido por el escritor Herwarth Walden, editor de la revista Der Sturm (La tormenta), principal centro difusor del expresionismo alemán.
En sus inicios, el expresionismo fue más una propuesta ideológica que un programa artístico colectivo, si bien se aprecia un sello estilístico común a todos sus miembros, contrarios al academicismo. Fue un movimiento heterogéneo manifestado en diversos lenguajes y medios artísticos, con numerosas diferencias e incluso contradicciones en su seno y gran divergencia estilística y temática entre los propios artistas que los integraban.
El primer grupo organizado que profesaba este estilo fue Die Brücke (El puente), fundado en 1905 en Dresde (Alemania), por Ernst Ludwig Kirchner, Fritz Bleyl, Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottluff. El nombre reflejaba la idea de un puente a través del cual sentar las bases de un arte de futuro. En años posteriores se unieron al grupo Emil Nolde, Max Pechstein, Cuno Amiet, Lambertus Zijl, entre otros. Buscaban conectar con el público en general, haciéndole partícipe de las actividades del grupo, creando la figura del “miembro pasivo”. En 1906 publicaron un manifiesto, Programm, donde Kirchner expresó su voluntad de convocar a la juventud para un proyecto de arte social que transformase el futuro, siendo el grupo un polo de reunión de todas las voluntades revolucionarias de la época; actitud que les valió la crítica encendida de los sectores más reaccionarios, que los percibieron como un peligro para la juventud.
A nivel artístico, partiendo desde el posimpresionismo, rechazaban la imitación y destacaban la autonomía del color, declarando al artista libre de presiones para expresar sus sentimientos más viscerales. Sus obras eran de composición simple y con intenso contraste de colores. Los contenidos temáticos eran angustiosos, marginales, desagradables y destacaban los elementos sexuales, pintando desnudos, escenas circenses o cotidianas de forma espontánea e instintiva.
Uno de sus principales medios de expresión fue la xilografía, técnica que les permitía plasmar su concepción del arte de una manera directa, dejando un aspecto inacabado, bruto, salvaje, cercano al primitivismo que tanto admiraban, con superficies irregulares sin disimular aprovechadas de forma expresiva.
En 1911 la mayoría de artistas del grupo se instalaron en Berlín y continuan sus carreras en solitario, recibiendo la influencia de otras corrientes, hasta que en 1913 de produce su disolución formal.
El segundo grupo expresionista fue Der Blaue Reiter (El Jinete Azul) creado en Múnich en 1911 por Vasili Kandinski, Franz Marc, August Macke, Paul Klee, Gabriele Münter, Alfred Kubin, Alexej von Jawlensky, Lyonel Feininger, Heinrich Campendonk y Marianne von Werefkin, quienes más que un sello estilístico común compartían una determinada visión del arte, en la que imperaba la libertad creadora del artista y la expresión personal y subjetiva de sus obras. Los miembros del grupo mostraron su interés por el misticismo, el simbolismo y las formas del arte que consideraban más genuinas: el primitivo, el popular, el infantil y el de enfermos mentales, además de la música, a la que asimilaban al color, lo que facilitó la transición de un arte figurativo a uno más abstracto. Se destacaron por el uso de la acuarela.
Sus ensayos teóricos mostraron su predilección por la forma abstracta, en la que veían un gran contenido simbólico y psicológico, teoría que amplió Kandinski en De lo espiritual en el arte (1912), donde busca una síntesis entre la inteligencia y la emotividad. Kandinski expresa un concepto místico del arte: el arte es expresión del espíritu, un lenguaje universal accesible a cualquier ser humano. Más tarde, en La Pintura como arte puro (1913), sostiene que la pintura es  un mundo en sí mismo, una nueva forma del ser, que actúa sobre el espectador a través de la vista y que provoca en él profundas experiencias espirituales.
Uno de los mayores hitos del grupo fue la publicación del Almanaque (1912), con motivo de la exposición organizada en Colonia por el Sonderbund. Junto a numerosas ilustraciones, recogía diversos textos de los miembros del grupo, dedicados al arte moderno y con numerosas referencias al arte primitivo y exótico. Der Blaue Reiter tuvo su final con la Primera Guerra Mundial, en la que murieron Marc y Macke, mientras que Kandinski tuvo que volver a Rusia.
Tras la Primera Guerra Mundial surge el grupo Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad), el cual nace como un movimiento de reacción frente al expresionismo, retornando a la figuración realista y a la plasmación objetiva de la realidad circundante con un marcado componente social. Encarnaron este grupo Otto Dix, George Grosz, Max Beckmann, Conrad Felixmüller, Christian Schad, Rudolf Schlichter, Ludwig Meidner, Karl Hofer y John Heartfield.
Frente al individualismo de Die Brücke o el espiritualismo de Der Blaue Reiter y haciendo eco del ambiente de pesimismo de posguerra, Neue Sachlichkeit propició el cambio del expresionismo más espiritual y subjetivo por un arte más comprometido, más realista, objetivo, directo y útil para el desarrollo de la sociedad, revolucionario en su temática aunque no en la forma, rechazando toda actividad que no atendiese a los problemas de la acuciante realidad de la posguerra. Sin embargo, no renunciaron a los logros técnicos y estéticos del arte de vanguardia, como el colorido fauvista y expresionista o la aplicación del fotomontaje a la pintura. La recuperación de la figuración fue una consecuencia común al final de la guerra: además de la Nueva Objetividad, surgió en Francia el purismo y en Italia la pintura metafísica, pero en la Nueva Objetividad este realismo es más comprometido, con obras de denuncia social que pretenden desenmascarar la sociedad burguesa de su tiempo, denunciar al estamento político y militar que los ha llevado al desastre de la guerra. Si bien se opuso al expresionismo por ser un estilo espiritual e individualista, mantuvo en cambio su esencia formal, ya que su carácter grotesco de deformación de la realidad fue trasladado a la temática social.
Después de la Primera Guerra Mundial el expresionismo pasó en Alemania de la pintura al cine y el teatro, que utilizaban el estilo expresionista en sus decorados, en la iluminación altamente contrastada y en la elaboración de situaciones y personajes monstruosos, fantásticos y sombríos.
Con el advenimiento del nazismo, el expresionismo fue considerado como “arte degenerado” (Entartete Kunst), relacionándolo con el comunismo y tachándolo de inmoral y subversivo, al tiempo que consideraron que su fealdad e inferioridad artística eran un signo de la decadencia del arte moderno. En 1937 se organizó una exposición con el título precisamente de Arte degenerado, con el objetivo de denostarlo y mostrar al público la baja calidad del arte producido en la República de Weimar. Para tal fin fueron confiscadas unas 16.500 obras de diversos museos, no sólo de artistas alemanes, sino de extranjeros como Gauguin, Van Gogh, Munch, Matisse, Picasso, Braque, Chagall, etc. La mayoría de esas obras fueron vendidas posteriormente sobre todo en una gran subasta celebrada en Lucerna en 1939, aunque unas 5.000 de esas obras fueron directamente destruidas en marzo de 1939, suponiendo un notable perjuicio para el arte alemán.
Simultáneamente, un grupo heterodoxo de artistas que trabajaron en París en el período de entreguerras (1905-1940), vinculados a diversos estilos artísticos como el postimpresionismo, el expresionismo, el cubismo y el surrealismo, nucleados bajo el término genérico Escuela de París, un colectivo de gran diversidad estilística, vinculados en mayor o menor medida al expresionismo aunque interpretado de forma personal y heterodoxa: Amedeo Modigliani, Chaïm Soutine, Jules Pascin y Maurice Utrillo, conocidos como “les maudits” (los malditos), por su arte bohemio y torturado, reflejo de un ambiente noctámbulo, miserable y desesperado. En cambio, Marc Chagall representa un expresionismo más vitalista, dinámico y colorista, sintetizando su iconografía rusa natal con el colorido fauvista y el espacio cubista.
Tras la Segunda Guerra Mundial el expresionismo desapareció como estilo, si bien ejerció una poderosa influencia en muchas corrientes artísticas de la segunda mitad de siglo, como el expresionismo abstracto norteamericano (Jackson Pollock, Mark Rothko, Willem de Kooning), y artistas individuales como Francis Bacon.

Síntesis conceptual
Más que un estilo con características propias comunes, fue un movimiento heterogéneo con una actitud y una forma de entender el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy diversas. Surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo y el carácter positivista de este movimiento de finales del siglo XIX, los expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista –la “expresión”– frente a la plasmación de la realidad –la “impresión”–.
El expresionismo suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Entendido de esta forma, el expresionismo es extrapolable a cualquier época y espacio geográfico.
Con utilización de colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura de la Alemania y sus conflictos bélicos, defendiendo la libertad individual, la expresión subjetiva y los temas prohibidos, como lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido.
Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior.
Fiel reflejo de las circunstancias históricas en que se desarrolló, el expresionismo reveló el lado pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo, que en la sociedad moderna, industrializada, se ve alienado, aislado. Así, mediante la distorsión de la realidad pretendían impactar al espectador, llegar a su lado más emotivo e interior.

Autores destacados y obras

Ernst Ludwig Kirchner
(Alemania, 1880 - Suiza, 1938), pintor expresionista. En 1905 fundó con otros estudiantes el grupo Die Brücke (El puente) que pretendía un estilo plano de colores puros inspirado en el arte primitivo y el posimpresionismo.
Los rasgos más distintivos de este grupo son el color antinatural, subjetivo y chillón, en colores cálidos; las formas más bien planas, con poco interés por los volúmenes y la perspectiva, que se violenta en escorzos imposibles, y contornos trazados con líneas gruesas. Los temas son generalmente escabrosos en sintonía con la forma de mostrarlos: prostitución, locales nocturnos de dudosa reputación, calles angostas con personajes trajeados.
Se interesó mucho por el grabado sobre madera. Kirchner cultiva formas angulosas que pueden estar inspiradas en la descomposición cubista o en el diseño normal de los grabados xilográficos.
En 1911 se mudó a Berlín, donde supo reflejar la agitación y el movimiento de una gran ciudad moderna. En 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial, fue movilizado, pero sufre una grave crisis nerviosa. A su vuelta de la guerra en 1915 su salud mental se resintió. Optó por la tranquilidad de Davos (Suiza), donde siguió pintando, en su mayor parte, paisajes más tranquilos, menos estimados por la crítica actual.
En 1937, en plena ascensión del nazismo, su arte se calificó de arte degenerado y se destruyeron muchos de sus trabajos. Su precaria situación emocional empeoró a raíz de ello y se suicidó en 1938.


Emile Nolde
(Alemania, 1867 - 1956) fue uno de los más destacados pintores expresionistas alemanes. Estuvo muy influido por Vincent van Gogh, Edvard Munch y James Ensor y vinculado a Die Brücke durante 1906 -1907, aunque principalmente trabajó en solitario, denotándose en su obra una inquietud interior, una tensión vital, una crispación que se refleja en el pulso interno de la obra. Comenzó entonces los temas religiosos, centrándose en la Pasión de Cristo, con influencia de Grünewald, Brueghel y El Bosco, con rostros desfigurados, un profundo sentimiento de angustia y una gran exaltación del color
Su crispado manejo del pincel, la utilización de colores vivos y estridentes y las figuras de rostros a modo de máscaras pretendían provocar en el espectador un shock visual y emocional.
El viaje que realizó a Nueva Guinea entre 1913 y 1914 hizo que cristalizara en él un gusto por el arte tribal, que incluía tremendas distorsiones de las formas, modelos planos y violentos contrastes de color.
En 1941 los nazis le declararon artista degenerado y le prohibieron pintar. Sin embargo, algún tiempo después produjo un importante número de acuarelas y grabados expresionistas.



Wassily Vasílievich Kandinsky
(Rusia, 1866 – Francia, 1944) fue precursor de la abstracción en pintura y teórico del arte, con él se considera que comienza la abstracción lírica. De vocación tardía, estudió derecho, economía y política antes de pasarse a la pintura en 1895. Establecido en Múnich, en 1901 fundó el grupo Phalanx y abrió su propia escuela. Durante 1906-1909 tuvo un periodo fauvista, para pasar posteriormente a un expresionismo vinculado con la música y el misticismo. Desde 1908 su obra fue perdiendo el aspecto temático y figurativo para ganar en expresividad y colorido, iniciando progresivamente el camino hacia la abstracción, y desde 1910 creó cuadros en donde la importancia de la obra residía en la forma y el color, creando planos pictóricos por confrontación de colores. El propio Kandinski distinguía su obra entre “impresiones”, reflejo directo de la naturaleza exterior (que sería su obra hasta 1910); “improvisaciones”, expresión de signo interno, de carácter espontáneo y de naturaleza espiritual (abstracción expresionista, 1910-1921); y “composiciones”, expresión igualmente interna pero elaborada y formada lentamente (abstracción constructiva, desde 1921). 
En 1911 funda junto a otros pintores el grupo expresionista Der Blaue Reiter. Además, fue un importante teórico de la estética y autor de varios libros. En 1922 se traslada a Weimar (Alemania), donde imparte clases teóricas para la Escuela de la Bauhaus, hasta que en 1933 el Tercer Reich clausura la institución. Desde entonces se establece en Francia donde continuará su carrera como artista hasta su fallecimiento en 1944, a los 78 años de edad.



Paul Klee
(Suiza, 1879-1940) de formación musical, en 1898 se pasó a la pintura, denotando como Kandinski un sentido pictórico de evanescencia musical, tendiente a la abstracción, y con un aire onírico que le llevaría al surrealismo. También fue profesor de la Bauhaus hasta el auge del nazismo, que lo acusó de ser un "artista degenerado". Si bien no fue miembro oficial, mantuvo relaciones estrechas y exponia junto al grupo Der Blaue Reiter. Se interesó por el color y sus posibilidades compositivas, al que consideraba el elemento dinamizador del cuadro. Klee recreó en su obra un mundo fantástico e irónico, cercano al de los niños o los locos, que le acercará al universo de los surrealistas.


George Grosz
(Alemania, 1893-1959) Fue formado en el academicismo clásico, pero un viaje a París lo pone en contacto con las vanguardias de la época. Fue uno de los principales exponentes de la Nueva Objetividad. Entre 1914 y 1916 estuvo en la guerra, de la que es licenciado por motivos psicológicos. Mostró desde joven en su obra un intenso disgusto por la vida, que se convirtió tras la guerra en indignación. En su obra analizó fría y metódicamente la sociedad de su tiempo, desmitificando a las clases dirigentes para mostrar su lado más cruel y despótico. Cargó especialmente contra el ejército, la burguesía y el clero, en escenas donde predomina la violencia y el sexo. Sus personajes suelen ser mutilados de guerra, asesinos, suicidas, burgueses ricos y rechonchos, prostitutas, vagabundos, etc., en figuras escuetas, silueteadas en pocos trazos, como muñecos. Sus dibujos, muchos de los cuales están realizados con tinta o acuarela han contribuido notablemente a la imagen que muchas personas tienen de la Alemania de los años 1920.
En 1932, cuando en Alemania el nazismo está en auge, la obra de Grosz pasa a ser interpretada un modelo del arte degenerado, y Grosz recibe el inquietante título de "bolchevique cultural número uno". En 1933, con el acceso al poder de Adolf Hitler,Grosz decide emigrar a los Estados Unidos. Trabaja entonces como profesor en Nueva York y en 1938 obtiene la nacionalidad estadounidense. En 1958 regresó a vivir en Alemania, donde fallece en 1959.


El grupo de Viena
En Austria, los expresionistas recibieron la influencia del modernismo alemán y austríaco, así como de los simbolistas Gustav Klimt y Ferdinand Hodler. El expresionismo austríaco destacó por la tensión de la composición gráfica, deformando la realidad de forma subjetiva, con una temática principalmente erótica –representada por Schiele– o psicológica –representada por Kokoschka–.
En contraposición al impresionismo y el arte académico preponderante en la Austria del cambio de siglo, los jóvenes artistas austríacos siguieron la estela de Klimt en busca de una mayor expresividad, reflejando en sus obras una temática existencial de gran trasfondo filosófico y psicológico, centrado en la vida y la muerte, la enfermedad y el dolor, el sexo y el amor.

Egon Schiele
(Austria, 1890-1918) fue discípulo de Klimt y su obra giró en torno a una temática basada en la sexualidad, la soledad y la incomunicación, con cierto aire de voyeurismo, con obras muy explícitas por las que incluso estuvo preso, acusado de pornografía. Dedicado principalmente al dibujo, otorgó un papel esencial a la línea, con la que basó sus composiciones, con figuras estilizadas inmersas en un espacio opresivo, tenso. Recreó una tipología humana con un canon alargado, alejado del naturalismo, con colores vivos, exaltados, destacando el carácter lineal, el contorno.


Oskar Kokoschka
(Austria 1886 – Suiza 1980) recibió la influencia de Van Gogh y del pasado clásico, principalmente el barroco (Rembrandt) y la escuela veneciana (Tintoretto, Veronese). También estuvo ligado a la figura de Klimt. Sin embargo, creó su propio estilo personal, visionario y atormentado, en composiciones donde el espacio cobra gran protagonismo, un espacio denso, sinuoso, donde se ven sumergidas las figuras, que flotan en él inmersas en una corriente centrífuga que produce un movimiento espiral. Su temática solía ser el amor, la sexualidad y la muerte, dedicándose también a veces al retrato y el paisaje. Sus primeras obras tenían un estilo medieval y simbolista , hasta que en 1906 conoció la obra de Van Gogh y se inició en un tipo de retrato de corte psicológico, que pretendía reflejar el desequilibrio emocional del retratado, con supremacía de la línea sobre el color. Sus obras más puramente expresionistas destacan por las figuras retorcidas, de expresión torturada y apasionamiento romántico. Desde los años 1920 se dedicó más al paisaje, con un cierto aspecto barroco, de pincelada más ligera y colores más brillantes.

Amedeo Modigliani
(Italia 1884- Francia 1920) se instaló en París en 1906, donde se reunía con Picasso, Max Jacob, Apollinaire, Soutine, etc. Influido por el simbolismo y el manierismo, se dedicó principalmente al paisaje, el retrato y el desnudo, con figuras alargadas inspiradas en los maestros italianos del Cinquecento. Hedonista, buscaba la felicidad, lo agradable, por lo que no le interesaba la corriente nietzscheana del expresionismo alemán. En sus obras remarcaba con fuerza el contorno, de líneas fluidas, herederas del arabesco modernista, mientras que el espacio se formaba por yuxtaposición de planos de color. Sus retratos eran de gran introspección psicológica, a lo que contribuía una cierta deformación y la transmisión de ese aire melancólico y desolado propio de su visión bohemia y angustiada de la vida. Se dedicó también a la escultura, con obras simétricas, alargadas, frontales, cercanas a la escultura arcaica griega. Murió joven a causa de su vida licenciosa y llena de excesos, sólo alcanzando la fama después de muerto. 


Marc Chagall
(Rusia 1887- Francia 1985) instalado en París en 1909, realizó obras de carácter onírico, cercanas a un cierto surrealismo, distorsionando la realidad a su capricho. Empleaba una gama de color exaltada, principal nexo de unión con el expresionismo alemán –aunque él no se consideraba expresionista–, en temas populares y religiosos, con desproporción y falta de interés por la jerarquización en la narración de los hechos. Influido por el fauvismo, el cubismo y el futurismo, sus escenas se encuentran en un espacio irreal, ajeno a reglas de perspectiva o escala, en un mundo donde evoca sus recuerdos infantiles y los temas populares rusos y judíos, mezclados con el mundo de los sueños, la música y la poesía. Tomó de Delaunay la transparencia de planos y colores, así como la creación de espacio a través del color y la simultaneidad temporal mediante la yuxtaposición de imágenes. Entre 1914 y 1922 volvió a Rusia, donde fue comisario cultural en la Escuela de Bellas Artes de Vítebsk. De vuelta a París, evolucionó hacia el surrealismo.


Edvard Munch
(Noruega, 1863 -1944) fue un pintor y grabador noruego de la corriente expresionista. Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX. Sus obras son como variaciones constantes sobre la gran sinfonía de la existencia humana. El amor y el odio, el deseo y la angustia, las pasiones y las emociones, son elevados a arquetipos de la propia condición humana. Los temas más frecuentes en su obra fueron los relacionados con los sentimientos y las tragedias humanas, como la soledad, la angustia (El Grito, de 1893, tal vez su mejor obra), la muerte  y el erotismo. Se le considera precursor del expresionismo, por la fuerte expresividad de los rostros y las actitudes de sus figuras, además del mejor pintor noruego de todos los tiempos.